n esta primera columna queremos darte la bienvenida a nuestro sitio, que también será tu sitio. Además, queremos contarte qué nos ha inspirado a realizarlo, y aquello que nos alienta, como un principio fundamental, a continuar desarrollándolo, en razón de las metas que buscaremos alcanzar, las cuales configuran nuestra visión, y, a la vez, definen nuestra misión.
El ordenamiento jurídico es complejo, prevé una gama enorme de normas que regulan los actos de las personas día a día.
Buena parte de dichos actos tienen consecuencias jurídicas -si es que no casi todos-, y, a su vez, una gran mayoría de estos últimos se celebran de una forma meramente consensual, es decir, bastando el simple acuerdo informal entre las partes involucradas.
Piénsese, por ejemplo, en cómo adquirimos los alimentos que consumimos a diario, y respecto de cuántos de ellos hemos escriturado y suscrito un contrato. La respuesta muy probablemente será, respecto de ninguno.
Pese a lo anterior, existen negocios que revisten una mayor complejidad, o un mayor impacto en el patrimonio, o quizás solamente reclamen una mayor “seriedad”, que ha de expresarse en un mínimo formalismo: la escrituración de la voluntad.
Actualmente, observamos con frecuencia diversos escenarios o problemáticas.
El primer y más frecuente caso es la falta u omisión de escriturar una relación jurídica compleja, y, por lo tanto, ampararse en la esperanza, a veces sin fundamento alguno, de que todo saldrá bien, y de que el otro contratante obrará siempre bajo lo que, desde la perspectiva propia, sería la buena fe.
En ocasiones, en cambio, se utilizan formatos tipos de baja calidad, que no regulan adecuadamente los derechos y obligaciones que emanan de un determinado contrato, y que no permiten, finalmente, consignar el interés de las partes.
La tecnología también trae consigo otro escenario, que es la contratación instantánea, pero que carece de estipulaciones específicas que permitan delimitar con precisión las posiciones contractuales.
Un problema que advertimos es que para un ciudadano común es difícil acceder a buenos modelos de actos o contratos, y, aún accediendo a ellos, se experimenta la dificultad del desconocimiento de conceptos jurídicos necesarios para dar un sentido y alcance preciso a los términos que quieren pactarse, para que sean reflejos de la voluntad de cada parte contratante.
Adicionalmente, está el problema de los costos. Hay documentos jurídicos complejos que, por su costo de elaboración, tienen un acceso restringido sólo para quienes pueden pagar un estudio jurídico, o a un abogado particular especialista en el área.
Por su parte, se debe reconocer que, si bien la contratación electrónica tiene una incidencia cada vez mayor en los mercados, ésta se limita, en general, a la suscripción de contratos de adhesión con grandes compañías, que alojan en sus sitios electrónicos todo el proceso de contratación, en ocasiones, sin brindar más opciones que la elección del producto a adquirir y los métodos de pago y envío.
Es así, como la libre contratación electrónica en Chile es realmente escasa.
Pues bien, en Dook hemos advertido estas situaciones, y procuramos que nuestros servicios apunten a remediarla de manera paulatina, con el fin de dar mayor certeza jurídica a vínculos jurídicos complejos, para usuarios que no necesariamente tengan conocimientos o formación en la ciencia del Derecho, y, siempre -y eso es un compromiso-, a un muy bajo costo, y con énfasis en la calidad.
Por eso, definimos nuestra misión en poner a disposición de la ciudadanía una plataforma electrónica mediante la cual se pueda elaborar, modificar y suscribir una amplia gama de actos jurídicos a un bajo coste, pudiendo hacer seguimiento de los derechos y obligaciones que emanen de ellos, y orientar el desarrollo y perfección de tales actos, con especial énfasis en la calidad de los mismos.
Cuando decimos que se puedan suscribir los actos que ponemos a disposición, nos referimos exactamente a eso.
Nuestro norte es la contratación electrónica, y eso es lo que buscaremos ir desarrollando paso a paso, junto con ir incorporando cada vez más actos y contratos a nuestro directorio, pues buscamos que tú puedas encontrar en aquél, el documento que se ajuste a tus intereses, y dentro de cada uno de ellos, que lo personalices en el mayor grado posible.
Para hacer lo anterior, te acompañaremos y orientaremos. Nuestra plataforma está diseñada para ir guiándote paso a paso e ir explicando los diversos conceptos jurídicos que se vayan desplegando, para que tu puedas pactar realmente lo que te interesa, sin las limitaciones de un formulario acotado.
Ahora bien, estamos empezando, piensa que cada vez más incorporaremos no sólo más actos y contratos a nuestro sitio, sino también más opciones para personalizar cada documento, pues queremos que realmente tengas todas las posibilidades de hacer de tu acto o contrato un documento único y ajustado a tus necesidades.
En fin, nos inspira contribuir a crear un espacio nuevo; el ayudarte a que puedas contratar sin miedo, con conocimiento de causa, que entiendas y te empoderes; el poder servirte poniendo nuestro mayor esfuerzo en productos de calidad. Nos inspira el que consignes tú interés.
Equipo Dook.